PLANTAS SAGRADAS, NO. 127

La historia de los pueblos indígenas en México está regida por concepciones muy particulares en su entorno. Una de estas nociones se relaciona con el uso de plantas enteógenas, término acuñado por Gordon R. Wasson, que significa “volverse divino interiormente”. Son utilizadas en ceremonias regidas por curanderos, chamanes o “brujos” para proporcionar el encuentro con lo divino. Este número sitúa el uso de plantas como los hongos, la marihuana o el peyote, más allá del efecto recreativo que se persigue habitualmente fuera de las comunidades indígenas. En este rencuentro, atendemos los usos específicos de mazatecos, huicholes, otomíes, nahuas y mayas y la manera en la que su entorno se hermana con realidades extraordinarias, para que espíritus humanos y dioses convivan en un mismo espacio.

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