Rodolfo Sánchez

 

 

De niño siempre me llamó la atención el barro. Desde mis abuelos, mi mamá, mis tíos, que se dedicaban a la alfarería. Nos llevaban a vender cazuelas, jarros, ollas, macetas; tenían hornos en la casa. Las primeras piezas que hice fueron calaveras, por la influencia de mi papá porque era su especialidad. Después surgieron nacimientos y ángeles.

Actualmente hay influencia de los museos en mis piezas porque ahorita la técnica que estamos trabajando es barro pigmentado; un reflejo que tenemos de las piezas prehispánicas, más que nada por los colores terracotas, los ocres. Es lo que tratamos de plasmar actualmente. Hacemos todo tipo de figuras. En materiales trabajamos varios tipos de barro: negro, natural, policromado, yo hago miniaturas y piezas grandes, lo que pida el cliente. Es una ventaja saber hacerlo. No queremos estancarnos en una sola pieza, sino tener variedad. Yo disfruto cada trabajo que hago. Cuando se hace una pieza se experimenta una sensación de poder crear

El barro pigmentado es una técnica que hemos creado los Sánchez, creamos una combinación de pigmentos con barro, esto nos dio como resultado tal mezcla y sus bellos colores ocre y terracota.